sábado, 13 de noviembre de 2010

Postal Antigua: CÓRDOBA

Es sorprendente, a la vez que muy interesante que con sólo a veces teniendo una imagen, unido a una gran curiosidad sobre el tema y la búsqueda de información adecuada lo que se puede llegar a conocer sobre un determinado asunto. Tengo la convicción que es muy bueno interesarse por lo que no llegamos a conocer y nos crea inquietud y es que como dice un proverbio anónimo “La juventud de un ser humano no se mide por los años que tiene, sino por la curiosidad que almacena”.
Todo esto viene a colación de una postal antigua que quería comprarme en la pasada "Feria del Libro Antiguo y de Ocasión", que fue clausurada el pasado 1 de noviembre su trigésima edición. No tuve la ocasión en las tres semanas que ha había estado abierta la feria de ir a Córdoba, es por lo que el último día a última hora de la noche me presenté con el objetivo claro que tenía que hacerme con una postal antigua sobre la ciudad cordobesa o su provincia, ni que decir tiene que la misma tendría que gustarme lo suficiente para hacerme con ella y que el precio no me anulara las ganas de mi pequeño capricho.


Como es normal en este tipo de ferias los libros mas valiosos y antiguos, así como las postales antiguas no están al alcance de los numerosos curiosos que visitan los stands, así que preguntando de caseta en caseta y después de poder comprobar que en la gran mayoría no tenían el artículo que yo iba buscando, en una librería gaditana me dijeron que tenían decenas pero que estaban guardadas por que ya habían empezado a recoger. No sé si fue por la cara que puse, de hecho no sé si cambié mi expresión, o porque me quedé unos eternos segundos esperando callado sin saber que decir esperando a que el librero me dejara verlas, el caso es que me invitó a pasar dentro del mostrador y que les echara un vistazo a las que todavía no tenían empaquetadas ni guardadas.
Después de ojear rápidamente las decenas que tenían de todo tipo de colecciones, como ciudades, costumbres, personajes anónimos, paisajes, ... estaba indeciso entre unas pocas con tema principal los monumentos y rincones más característicos de Córdoba capital. El librero me informó que no sabía la antigüedad de las mismas pero que suponía que sería de los años 20 y es que la gran mayoría no tenía impresionada la fecha de fabricación.


Algunas eran muy curiosas y hermosas con el añadido de que estaban escritas. Éstas habían sido enviadas hace muchos años, por lo que han pasado por ellas cientos de momentos y millones de recuerdos,… quizás por algún triste enamorado pensando en su añorada prometida o por una madre hacia su querido y lejano hijo,... y es que cada letra escrita sería esperada con una júbilo como el que hoy en día casi no nos podemos ni imaginar. Es para imaginar una historia, la historia de personas que ya no están entre nosotros, unidas por un trozo de papel y lo que sintieron al escribir o leer esos trazos angulosos formando un mensaje que a buen seguro tanto significaba para ambos. Así fue como lo supuso Tracy Chevalier al escribir la historia sobre el cuadro de Johannes Vermeer “La joven de la perla”.

Al final me decanté por una preciosa postal y en casi perfecto estado que refleja la Puerta de entrada sobre el Puente Romano.
En la imagen se puede apreciar una deteriorada Puerta del Puente Romano (o como se conocía antiguamente, Puente Viejo) con varios arrieros cargados con sus mulas en una imagen típica de los primeros años del S. XX.

Detalle de la postal

Al fondo se observa los tejados de la Mezquita Catedral de Córdoba destacando sobre el resto el del mihrab, cuya cúpula interior ha sido elegida para inspirar el logotipo de la candidatura de Córdoba a Capital Cultural Europea del año 2016.
Cúpula del Mihrab de la mezquita de Córdoba
y logotipo de Córdoba 2016

También es de destacar la pequeña caseta que se observa abajo a la derecha, actualmente inexistente, cuyo rótulo sobre la puerta indica: “CONSUMOS”. Dicha caseta recibía el nombre popular de fielato, utilizada para el cobro de las tasas municipales sobre el tráfico de mercancías y derechos de consumo, ya que esta puerta era la principal entrada por el sur a la ciudad.

Fielato junto a la puerta de entrada

Quería saber el año de dicha postal ya que en el reverso no lo ponía. Las únicas pistas con las que el impresor me quería ayudar dicen así: “TARJETA POSTAL (UNIÓN POSTAL UNIVERSAL) ESPAÑA” y en un lado, bien pequeño como queriendo pasar inadvertidas: “R. Garzón, fotog., Córdoba-Granada-Sevilla”. Algo es algo, ya sabía que el fotógrafo que captó dicha instantánea fue un tal R. Garzón. Por lo que consultando algunas páginas de Internet descubro que Rafael Garzón Rodríguez (1863-1923) fue unos de los fotógrafos españoles más importantes y activos de finales del siglo XIX del sur de España, por sus colecciones fotográficas de monumentos, calles y escenas costumbristas de ciudades históricas como Granada, Sevilla, Córdoba, Málaga o Cádiz, llegando incluso a ser fotógrafo oficial de su Majestad Don Alfonso XIII durante su viaje a Granada en 1904, retratando también a celebridades como Manuel de Falla, José Zorrilla y muchos otros personajes populares de la época que no dudaron en posar ante los objetivos de Rafael Garzón.
Rafael Garzón
Garzón se dedicaba al sector turístico creando su propio "souvenir" sobre las ciudades en las que se instalaba, como postales, estampas o incluso ofrecía la posibilidad de hacerse un retrato morisco en sus estudios fotográficos, donde se representaban vistas de ciudades como Granada, Sevilla o Córdoba. En córdoba se instaló en la llamada “Casa del Califa” en la plaza del Triunfo de Córdoba, esquina con Corregidor Luís de la Cerda, a unos 100 metros de donde tomó la imagen, cuya fachada sigue siendo totalmente reconocida por su peculiaridad.

Trasera de las fotos de R. Garzón en Córdoba



Es curioso que hace pocos meses estaba paseando por la zona y reparé en la singularidad de la fachada y la pena por el mal estado que se conserva actualmente. Quién podía imaginar que dicha casa había sido el estudio de un fotógrafo hasta ahora para mí totalmente desconocido y que una postal salida de allí hace muchos años iba a acabar siendo de mi propiedad.
Edificio donde estaba el estudio de R. Garzón en los años 20
En mi intento de recabar más información por varias webs de antigüedades y de algunos blogs como http://lacallejadelasflores.blogspot.com al final llegué a la conclusión de que la fotografía está tomada o por lo menos impresa y/o comercializada en 1910, ya que hay muchas más postales de rincones de Córdoba del mismo autor y la gran mayoría son de ese año, que coincide además con la estancia del autor en la ciudad califal.

Es por lo que me complace enormemente saber que tengo una pequeña joya, al menos para mí, con un siglo de vida y que ha podido pasar posiblemente por decenas de manos distintas y que al final han llegado a las mías, con el orgullo añadido de salir por el ojo, el encuadre y la inspiración de uno de los fotógrafos más importantes de la encrucijada formada entre los siglos XIX y XX.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Manuel Alexandre & "La dolce vita"

Después de cinco años desde su estreno en cines he vuelto a ver “Elsa & Fred” una de las últimas películas del recientemente fallecido Manuel Alexandre. La ocasión de ésta última era un merecidísimo homenaje a ese gran actor… en TVE como es lógico. Ese gran y querido actor que nos ha acompañado durante nuestras vidas en muchos e inolvidables recuerdos.


Quizás uno de los primeros trabajos que yo recuerdo de Manuel Alexandre, y supongo como la gran mayoría de mi generación, es como el profesor D. Matías en las películas del grupo infantil “Parchis” en los años 80. Luego, ya con el tiempo uno empieza a descubrir no sólo sus grandes películas, sino las grandes películas del cine español donde él, aunque fuera de actor de reparto, siempre estaba ahí como “Bienvenido Mr. Marshall”, “Calle Mayor”, “Calabuch”, “Plácido”, “Atraco a las 3”, “El bosque animado”. Con el tiempo y a medida se iba quedando solo en este mundo terrenal será recordado también por los más jóvenes como el protagonista absoluto de “Elsa & Fred”, “¿Y tú quién eres?” o las series de TV “Los ladrones van a la oficina” junto a algunos de los más grandes actores de la historia del cine español (Fernando Fernán Gómez, José Luís López Vázquez o Agustín González) o el último trabajo de su carrera “20-N: los últimos días de Franco”.



Manuel Alexandre es y será uno de los más grandes y queridos actores que permanecerá en nuestra memoria durante mucho tiempo por sus alegres ojos vivaces, su típica voz entrecortada, su indudable cara de buena persona, en definitiva de su entrañable imagen que no cabía ninguna duda sobre sus valores como profesional y como persona.


Trailer de "Elsa & Fred"

Mientras estaba viendo una escena en la película donde la magnífica actriz China Zorrilla, imita a Anita Ekberg en la Fontana de Trevi en la celebérrima película “La dolce vita”, cumpliendo así el mayor sueño de su personaje, me acordé de de que esta última la tenía en DVD (junto a un pack con otra de Fellini, “Ginger y Fred” (¡qué casualidad!). Así que al otro día decidí verla ya que es una de las grandes películas de todos los tiempos. No dudo de que los grandes críticos la cataloguen así, y de hecho así lo sea, pero yo no sé si es que la ví de madrugada o esa noche no estaba totalmente receptivo, pero vaya si se me hicieron largas las casi tres horas que dura la cinta de Fellini. Lo único destacable, a mi parecer, la gran presencia de Marcello Mastroianni y las distintas muestras sobre la díscola vida nocturna de la ciudad eterna en los años 50 y 60. Como alguien dijo una vez: -yo ya le he visto, ahora que la vea otro, -aunque algún día la revisaré supongo que pasará un buen tiempo hasta que se me olvide.


Maravillosa escena de "Elsa & Fred" en la Fontana de Trevi

Volviendo al maestro Alexandre, al finalizar la película “Elsa & Fred” uno se queda con la ansiada certeza de que la tercera edad no es sinónimo de desidia o indiferencia y de que todo está ya hecho, por suerte y de un tiempo para acá vivir los últimos años cuando ya parece que sólo quedaba recordar los momentos que se han vivido y disfrutado con los nietos, que también parece que nuestros mayores están reaccionando, están revolucionando sus vidas y para más júbilo, también casi sin darse cuenta, están cambiando la sociedad. Se puede sentir un amor, quizás mas grande que cualquiera en toda la vida, se puede disfrutar y aprovechar la vida como nunca antes se había hecho para sentir sensaciones que en las varias décadas vividas quizás no se han podido apreciar nunca y es que, como dice la película, nunca es tarde para vivir lo que no se ha vivido.

Esperemos que lleguemos a octogenarios con una salud física y mental adecuada para hacernos partícipes de la tan soñada edad dorada y que los varios males, como el Alzheimer, no se acuerden de nosotros. Es por lo que rescato unas emotivas palabras del hijo de Antonio Mercero (director de “¿Y tú quién eres?") durante la entrega del Goya de honor 2009 a su padre, aquejado de tan terrible sufrimiento, y es que lo único bueno que tiene esa enfermedad es que cada vez que su padre ve “Cantando bajo la lluvia”, su película favorita, es como si fuera la primera vez.