Todo esto viene a colación de una postal antigua que quería comprarme en la pasada "Feria del Libro Antiguo y de Ocasión", que fue clausurada el pasado 1 de noviembre su trigésima edición. No tuve la ocasión en las tres semanas que ha había estado abierta la feria de ir a Córdoba, es por lo que el último día a última hora de la noche me presenté con el objetivo claro que tenía que hacerme con una postal antigua sobre la ciudad cordobesa o su provincia, ni que decir tiene que la misma tendría que gustarme lo suficiente para hacerme con ella y que el precio no me anulara las ganas de mi pequeño capricho.
Después de ojear rápidamente las decenas que tenían de todo tipo de colecciones, como ciudades, costumbres, personajes anónimos, paisajes, ... estaba indeciso entre unas pocas con tema principal los monumentos y rincones más característicos de Córdoba capital. El librero me informó que no sabía la antigüedad de las mismas pero que suponía que sería de los años 20 y es que la gran mayoría no tenía impresionada la fecha de fabricación.
Al final me decanté por una preciosa postal y en casi perfecto estado que refleja la Puerta de entrada sobre el Puente Romano.



Quería saber el año de dicha postal ya que en el reverso no lo ponía. Las únicas pistas con las que el impresor me quería ayudar dicen así: “TARJETA POSTAL (UNIÓN POSTAL UNIVERSAL) ESPAÑA” y en un lado, bien pequeño como queriendo pasar inadvertidas: “R. Garzón, fotog., Córdoba-Granada-Sevilla”. Algo es algo, ya sabía que el fotógrafo que captó dicha instantánea fue un tal R. Garzón. Por lo que consultando algunas páginas de Internet descubro que Rafael Garzón Rodríguez (1863-1923) fue unos de los fotógrafos españoles más importantes y activos de finales del siglo XIX del sur de España, por sus colecciones fotográficas de monumentos, calles y escenas costumbristas de ciudades históricas como Granada, Sevilla, Córdoba, Málaga o Cádiz, llegando incluso a ser fotógrafo oficial de su Majestad Don Alfonso XIII durante su viaje a Granada en 1904, retratando también a celebridades como Manuel de Falla, José Zorrilla y muchos otros personajes populares de la época que no dudaron en posar ante los objetivos de Rafael Garzón.



Es por lo que me complace enormemente saber que tengo una pequeña joya, al menos para mí, con un siglo de vida y que ha podido pasar posiblemente por decenas de manos distintas y que al final han llegado a las mías, con el orgullo añadido de salir por el ojo, el encuadre y la inspiración de uno de los fotógrafos más importantes de la encrucijada formada entre los siglos XIX y XX.