A últimos de este verano lo empecé, después de bastantes horas deleitándome tirado en la toalla de la playa y de algunas más después angustiándome,... hace ya algunos días que lo acabé.
La novela nos habla del mundo de la droga desde el punto de vista de los traficantes y de quienes les alientan, sustentan o persiguen implacablemente, situada en la frontera mejicana con Estados Unidos. Empieza en los años 70 con la operación Cóndor cuando los gobiernos de EEUU y México destruyen las plantaciones de heroína en México. Pero el problema no acaba aquí, ésto es sólo el principio, ya que sólo cambia de escenario y a partir de este momento México toma el papel de contrabandista, trayendo la droga desde América del Sur y Central para pasarla por la frontera estadounidense, con más de 3000 km y venderla en los Estados Unidos, el mayor consumidor de droga del mundo. Y todo esto desde el punto de vista de keller, el protagonista junto a Adán Barrera, amigos de la juventud. El primero un policía que su principal prioridad, después de que torturaran y asesinaran a un amigo y compañero de trabajo, es acabar con Adán y toda su familia, un clan de narcotraficantes de Sinaloa, México. Los otros personajes de la novela son un cura católico que lucha contra el narcotráfico pero con contacto muy cercano a la familia Barrera, una adolescente que la enseñan en el difícil arte del sexo hasta que llega a ser una prostituta de lujo, sicarios que van los domingos a misa, patrones de las distintos clanes de los cárteles, policías y políticos algunos corruptos y otros que arriesgan sus vidas e incluso llegan a sacrificarla por la de su familia, gobiernos que miran para otro lado, excombatientes que quieran huir pera ya no pueden... todo esto y mucho más es “El poder del perro”.
Es una novela repleta de datos reales y objetivos para entender mejor lo que ocurre en el tráfico de drogas entre Méjico y Estados Unidos en una historia que no elude los temas más espinosos, como el apoyo económico, el respaldo político y las facilidades conseguidas por los narcos por parte de algunos gobiernos, incluyendo el americano, a cambio de su colaboración en la lucha contra la extensión del comunismo en Latinoamérica.
Este libro nos recuerda muchas cosas que ya sabíamos y nos enseña algunas que ya habíamos olvidado o que no podíamos ni siquiera imaginar que pudieran suceder.
Casi todos los días vemos en televisión las matanzas de los cárteles de la droga en la luchas cruentas entre clanes, donde matar a alguien ya no es matar a una persona, es quitarte algo que te estorba en tu camino, donde ya ni se convierte en una simple anécdota,... pues este libro intenta explicarnos que es lo que ahí detrás y porqué sucede eso.
Si al ver esta imagen real has echado la vista para otro lado, quizás éste no sea tu libro, ya que no es para estómagos sensibles ni para mentes débiles y contiene escenas que permanecerán en la mente del lector durante mucho tiempo. A veces mientras estás leyendo alguna tortura o algún asesinato uno se dice: “eso no lo puede hacer, sería repugnante”. En el prólogo del libro nos cuenta la anécdota que el editor le dijo al autor que “esto es demasiado” a lo que el autor le respondió: “de acuerdo, yo pienso lo mismo, pero es la verdad”, ya que algunos pasajes son de una brutalidad y violencia extremas.
Se ha publicado algo sobre que la cadena estadounidense HBO va a ser una miniserie con el libro, eso sería estupendo pero mientras eso llega, os recomiendo “Traffic”, una película que aunque no refleja la crudeza del libro si ahonda bastante y muy bien en el tema que trata el libro y que está interpretada por Michael Douglas, Benicio del Toro, Don Chadley, Catherine Zeta-Jones y dirigida por Steven Soderbergh.
En definitiva, el libro nos habla de la eterna lucha de los hombres buenos contra los hombres malos, de la terna entre el bien y el mal, y como las mejores historias; y “El poder del perro” lo es,... por supuesto que lo es, siempre han tratado de eso, de esa misma vieja e interminable batalla, donde por desgracia no siempre ganan los que nosotros quisiéramos.
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