jueves, 6 de mayo de 2010

Cáceres

Una de las pocas ciudades españolas que tenía muchas ganas de conocer es CÁCERES, así que aprovechando que tenía tres días libres decidí irme a descubrir, para mí, la desconocida provincia de Cáceres.
Salimos el viernes 30 de abril y en menos de cuatro horas estábamos aparcando cerca de nuestro hostal en Cáceres, el "Alameda Palacete". Un antiguo palacete de primeros del S. XX a escasos 300 m de la Plaza Mayor con un encanto genuino que ya no se encuentran en cualquier hotel.


El sábado 1 de mayo a primera hora nos fuimos a la oficina de información turística (lo primero que se debe hacer cuando no conoces mucho la ciudad donde te encuentres) y a partir de aquí… pasear, mirar, descubrir y disfrutar.
La ciudad de Cáceres no es conocida por ningún icono representativo que la identifique como otras ciudades turísticas como puedan ser Sevilla con su Giralda, Córdoba con la Mezquita o Santiago con su catedral, pero a cambio tiene un conjunto monumental histórico de murallas a dentro que se ha conservado intacto en su totalidad es por lo que está declarado como Patrimonio de la Humanidad y considerado como el tercer conjunto monumental mejor conservado de Europa (ahí es ná) después de Florencia y Tallín (digo yo que habrá que ir para comparar).
 

desde la Plaza mayor de Cáceres

Y es que una vez que entras al recinto amurallado, por la famosa Puerta de la Estrella (entrada natural desde la gran porticada Plaza Mayor, siendo mas grande en superficie que la de Salamanca) todo lo que puedes apreciar es originario de los siglos XIV, XV y XVI, con la Concatedral de Santa María, casas palaciegas, plazas, iglesias, torres, …
Plaza de San Jorge


en perfecto estado de conservación y lo más importante, sin ningún elemento que rompa la homogeneidad del paisaje (ni arquitectura moderna, ni luminosos, ni tiendas con postales …ni coches), es por lo que realmente pareces que estás varios siglos atrás. Lo que te hace un poco saber que estas en el siglo XXI es los turistas, así que yo recomendaría casi obligatoriamente una visita al casco histórico bien entrada la noche.
Torre de Sande

Nosotros hicimos dos rutas turísticas guiadas (5 € por persona durante unas dos horas cada una de ellas), una por la mañana (todo saturado de gente, ya que ese día coincidía con la novena de la virgen de la Montaña en la Concatedral) y otra por la noche (ésta última acabó después de la medianoche) con todas las calles semidesiertas, sólo nuestro grupo y algunos paseantes más disfrutando de las luces tenues de las calles, las piedras calladas durante siglos y la voz de nuestro entusiasta guía desvelándonos los muchos secretos y las numerosas leyendas que durante tanto tiempo han surgido en tan desconocida, misteriosa y mágica ciudad.
Torre redonde del Palacio de Carvajal, de noche

Destacar muy positivamente lo implicada que está gran parte de la ciudad con la cultura. No son pocos los pubs y cafeterías con exposiciones de artistas jóvenes. La noche de nuestra llegada y con motivo de la Feria Iberoamericana de Arte Contemporáneo FORO SUR (que se celebraba esos días) tocaba en la plaza de San Jorge (en el casco viejo) un solista violonchelista que tenía un espectáculo simplemente con su música y unos llamativos cables de luces rojas por el suelo que convertían lo más (aparentemente) sencillo en algo realmente espectacular.
espectáculo de música y luz en el casco antiguo

Cáceres es una ciudad con mucha gente joven (un 10% de la población son universitarios) y dimos buena fe de ello en los pubs y cafeterías de la zona de Pizarro con un ambiente moderno, cosmopolita y para nada convencional.
Comentar que Cáceres es candidata a la Capitalidad Europea de la Cultura para el año 2016, habiendo visitando yo en los últimos años algunas ciudades también candidatas a esta capitalidad no me extrañaría (o así debería ser) que Cáceres fuese una de las favoritas. Es una lástima para todas ellas… pero es que Córdoba también es candidata.


Ya para acabar les voy a recomendar alguno de los productos y lugares en los que estuvimos comiendo en la ciudad de Cáceres. En cualquier restaurante o mesón se puede comer relativamente barato y todo muy bueno como las patateras (es un embutido de chorizo hecho con patata), las migas extremeñas (con pimentón de la Vera) y el famoso queso Torta del Casar (que a mi particularmente no me gustó mucho y eso que si yo fuese ratón estaría siempre en la costilla).

Y si queréis un poco más de calidad os recomiendo “El Figón de Eustaquio” que es el restaurante más antiguo de la ciudad, desde 1947. Un lugar donde se come muy bien con las recetas típicas de la zona (sobre todo carne de caza, cochinillo, migas, …). Nosotros nos pedimos Jabalí con almendras y frutas rojas que estaba muy bueno con una presentación incluso mejor

y solomillo de choto a la pimienta que es uno de los platos más buenos que he comido últimamente.

Es un lugar tradicional con un servicio muy correcto y con relación calidad precio normal, es decir no es barato pero la comida lo vale y además merece la pena darse un homenaje de vez en cuando (y más si te invita la novia).


Resumiendo, la ciudad de Cáceres no es que me haya sorprendido mucho, me he encontrado lo que más o menos esperaba, es decir una ciudad pequeña con un casco viejo que me ha entusiasmado por el conjunto de sus monumentos y por su historia. Las expectativas eran muy altas y se han cumplido incuestionablemente. Y se puede ver perfectamente en uno ó dos días, así que nos ha sobrado algo de tiempo para ver un poco de la provincia, pero eso será en una próxima entrada.


Hasta la próxima, un saludo.

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