"El corazón de las tinieblas” es una novela corta del escritor polaco Joseph Conrad, la cual se puede resumir con unas palabras dichas por uno de sus personajes:
-“El horror, el horror”.
La novela nos cuenta el viaje a últimos del siglo XIX de un marinero, Marlow, en busca de aventura y dinero surcando el río Congo por los distintos campamentos europeos recolectores de marfil. Durante el trayecto irá descubriendo que río arriba vive Kurtz, un enigmático personaje en el que todos los indígenas sienten una devoción casi enfermiza por su personalidad.
La historia está basada en el auténtico viaje que el autor realizó unos años antes de escribirla, por lo que es un libro de viaje, una aventura a través de un río, pero no es solamente eso … es mucho más.
Durante la travesía por el río el autor denuncia la crueldad de la primacía en aquella época del hombre blanco sobre el hombre negro, la injusticia del colonialismo ante los terrenos conquistados, la vulnerabilidad de la naturaleza ante la avaricia del hombre por el dinero fácil. Nos relata la reacción de los hombres ante la vulnerabilidad ante situaciones límite, situaciones desconocidas donde a veces, la crueldad, la injusticia y el miedo hace que nos sintamos más seguros mientras estamos subyugados al servicio del más poderoso, llegando incluso a sentir fascinación por quién nos tiene sometidos.
Supongo que pocos libros como “El corazón de los tinieblas” son una metáfora tan clara de lo peor de la condición humana. Un viaje a través de un largo río con forma de serpiente, casi protagonista de la historia, hacia lo desconocido, hacia al abismo… donde los presagios no son nada esperanzadores. Marlow, el protagonista, ejerce de Pepito grillo de la conciencia de este denominado primer mundo mostrándonos el lado más salvaje y oscuro de la complejidad humana y de una locura que a veces no conoce límites.
Un libro que aunque sea un clásico de la literatura del s.XX, no está entre mis favoritos, aunque si lo recomendaría a cualquier lector ávido de una historia atrayente con un final que te turba y que no te deja indiferente. Quizás este lector potencial pueda explicarme la obsesión casi irracional de Marlow por Kurtz al que no conoce y que para mí el autor no define lo suficiente.
Más de 75 años después y de las dos primeras partes de “El padrino” el director estadounidense Francis Ford Coppola se atrevió con una versión de la obra de Conrad, que ya es un clásico del no solo bélico, sino de la historia del cine, “Apocalypse Now”.
Todos estos cambios son mayoritariamente superficiales en la forma ya que la película recoge el sentido y el alma de la novela. Casi tres horas de metraje con el mismo espíritu, el mismo viaje hacia el abismo que en su día quiso dejar plasmado Joseph Conrad.
El principio de una historia hacia un final inolvidable.
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