lunes, 4 de febrero de 2013

LA CARRETERA

Cuando en un libro las palabras más leídas son frío, gris, oscuridad, nieve, miedo, ceniza, hambre, lluvia, silencio…está claro que este libro no le va a gustar a todo el mundo, no va a ser un libro fácil de leer, va a ser un libro duro.

“La carretera” es el título de este libro ganador del Premio Pulitzer del año 2007 escrito por el estadounidense Cormac McCarthy, también autor, entre otras, de “No es país para viejos”.

Cormac McCarthy
El libro nos cuenta la historia de una huída de un padre y un hijo en un mundo post-apocalíptico casi sin comida, donde quedan pocos humanos y los que quedan, intentan sobrevivir utilizando todo a su alcance sin importarles lo más mínimo las consecuencias.
Otro protagonista, además del padre y el hijo, es la carretera que van recorriendo junto con los paisajes que van dejando atrás, ya que parte de la esencia del libro es lo que rodea a los personajes y la actitud de éstos ante las circunstancias que les ha tocado vivir.
En su viaje hacia el sur, en busca de la costa, esperan encontrar allí un mundo mejor del que están dejando atrás. Atravesarán tierras devastadas, campos yermos con truenos amenazadores, incendios de bosques sin vida, espacios abiertos donde el sol está oculto por una incesante lluvia de ceniza y el extremo frío, harán casi insoportable la supervivencia.
El autor consigue que sintamos el sufrimiento de los dos protagonistas como propio, con una humanidad desvirtuada donde los hombres comen a hombres (recordad la frase de Plauto “el hombre es un lobo para el hombre”), donde la única razón para vivir es la propia supervivencia, el alcanzar llegar un poco más lejos, aprovechando la poca esperanza que ese mundo les está ofreciendo. Siguen el camino buscando el sur, sin ninguna explicación lógica, simplemente para tener un sitio a donde ir, tener un objetivo, para no rendirse.

El autor nos presenta un lenguaje que transmite mucho con muy pocas páginas (210 páginas). Unos diálogos parcos en palabras, casi telegráficos, con monosílabos, directos y secos. Poco tienen que decirse, llevan mucho años los dos viviendo solos, sintiendo lo mismo, compartiendo lo poco que les queda... en esas circunstancias sólo bastan las miradas y sólo les queda cuidarse mutuamente.
El contrapunto a esta situación tan extrema es la relación paterno filial donde por un lado el padre ejerce como tal intentando proteger por todos los medios posibles a su hijo y por otro el niño, que paradójicamente apenas ha vivido en el mundo que nosotros conocemos pero es él el que busca la fraternidad, gracias a su inocencia, entre los pocos humanos que quedan, con no poca moralidad y humanidad intentando por todos los medios llegar a ser feliz.
El gran acierto de esta novela de ciencia ficción, al contrario que la gran mayoría del género, es que la sentimos tan real y tan posiblemente cercana que nos agobia al pensar que esto pueda llegar a suceder. El instinto primario de supervivencia de los humanos brota en los momentos extremos y es cuando puede aparecer la maldad, el egoísmo y el sometimiento de los más débiles. Aunque por suerte para la sociedad no todos actúan igual. ¿Qué haríamos nosotros en circunstancias semejantes? Con estas premisas podemos encontrar otras grandes obras de la literatura como “La Peste” de Albert Camus o “Ensayo sobre la ceguera” de José Saramago.


Existe una versión cinematográfica de 2009 con Viggo Mortensen (irreprochable en sus últimos papeles) como el padre y el desconocido Kodi Smit-McPhee encarnando al hijo. También hay varias pequeñas actuaciones para Charlize Theron, Robert Duvall y Guy Pearce.

“La carretera” no es la típica película estadounidense apocalíptica comercial con grandes efectos especiales. La diferencian la sobriedad y la contención, aunque con algunas imágenes desgarradoras, que muestran el desolado mundo distópico que el autor pretende reflejar en el libro.
Lo mejor de la película, aparte de la interpretación de Viggo Mortensen, es la magnífica ambientación, gracias al director de fotografía español Javier Aguirresarobe que ha plasmado en la pantalla el mundo monocromático y frío que el autor transmite en la novela.



En definitiva, una buenísima adaptación de una inmensa novela corta que seguro no te dejará indiferente ya que se pasará de la angustia a la reflexión y quizás a un posible final de esperanza.

2 comentarios:

  1. Vi la película hace poco y me gustó, imagino que la dureza de la misma se multiplicará en la novela. La has descrito magnificamente Pedro, enhorabuena. Un saludo pare.

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    1. Creo que es de las pocas películas que adaptan muy bien la novela, además de ser muy fiel a la misma, pero eso no es impedimento para leerse la novela después. Yo ví la película por primera vez en su estreno en cines en 2010 y hace poco es cuando me he leído la novela.
      Gracias por comentar, un saludo.

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