viernes, 6 de agosto de 2010

Cuentos de La Alhambra

Hace pocos días he releído uno de los libros que en su momento, allá por el año 2002, más me entusiasmó y que por motivo del Club de lectura he vuelto a leer, el libro es “CUENTOS DE LA ALHAMBRA” del escritor estadounidense Washington Irving.

 
Washington Irving nació en Manhattan, Nueva York en 1783. Debido a sus viajes por motivos de trabajo por el territorio español, Irving se fue identificando con la sociedad y la cultura de la España de esa época, llegando a ser uno de los primeros y más grandes hispanistas de todos los tiempos. En 1832 publicó “Cuentos de la Alhambra”. Entre sus libros destaca, a parte del tratado en esta entrada, “Libro de apuntes” (1820) en la que incluye uno de sus cuentos más famosos “La leyenda de Sleepy Hollow, la leyenda del jinete sin cabeza”, llevada al cine por Tim Burton en 1999 e interpretada por Johnny Depp.
Washington Irving
“Cuentos de la Alhambra” nos narra en un primer momento el viaje en 1829 del escritor desde Sevilla hasta Granada por los caminos y pueblos, conociendo a los lugareños que se iba encontrando durante su trayecto, ruta que en la actualidad es de interés turístico conocida como la ruta homónima del autor. En este primer capítulo del libro nos describe una rica y detallada crónica de la España rural de la primera mitad del siglo XIX, como si de un artículo de un periodista o una guía de viajes a través de la Andalucía rural de aquel tiempo. Como anécdota a destacar cuenta que en aquellos tiempos la gran mayoría del pueblo llano habían leído “Don Quijote de La Mancha”, cosa que me alegra profundamente saber que nuestros antepasados eran pobres e ignorantes pero ya sabían perfectamente las virtudes de uno de los mejores libros jamás escritos.
Una vez llegado a Granada descubre, aparte de la tan famosa picaresca española, que la gran mayoría de los habitantes de la ciudad, al igual que todos las gentes de la época, son pobres pero nobles, con orgullo y con una gran dignidad envidiable en nuestros tiempos.
Tuvo la gran suerte (hoy día impensable) de alojarse en algunas estancias de la misma Alhambra de Granada descubriendo la magia y el misterio de tan excepcional y singular monumento y plasmarlo en su libro. Conforme nos describe sus vivencias nos va relatando los numerosos cuentos y leyendas que las gentes del lugar contaban del boca a boca y que incluso creían. Algunas pueden que hayan ocurrido en realidad, otras pueden que sean pura fantasía, pero lo más importante es que son historias que hacen que uno disfrute, imagine y sueñe con otra época muy distinta a la que nos ha tocado vivir y que es muy bueno leerlas para sentirlas como cualquier príncipe moro, cualquier dama cautiva o cualquier joven cristiano enamorado.
Patio de los leones

Se puede decir que la gran mayoría de los casi veinte cuentos que el escritor relata en el libro tienen en común que sus personajes, todos moradores o visitadores de la Alhambra, buscan algo que no tienen y desean fervorosamente. Algunos tratan de algún tesoro escondido desde los tiempos de la Reconquista, como “La aventura del albañil” o “Leyenda del legado del moro”, supongo que para retratar las ansias de la gente humilde de aquella época de encontrar las riquezas y fortunas que hace no mucho tiempo se pudieron perder en tan trágicas batallas y en tan extraordinaria fortaleza.

 Sala de Abencerrajes

Otros cuentos tratan sobre la belleza del amor y la desazón del desamor, quizás éstos relatos sean los más conocidos y es por lo que se cataloga a “Cuentos de la Alhambra” como una obra cumbre del romanticismo. Estos cuentos nos hablan sobre la búsqueda de un amor imposible o prohibido entre distintas religiones o distintas clases sociales, todas dignas de las mil y una noches. Algunas de las que me gustaría dar a conocer son las de "Leyenda de las tres hermosas princesas” donde tres jóvenes princesas encerradas, en la torre que les da nombre, por su padre para que no se enamoraran; la “Leyenda de la Rosa de La Alhambra” en la que una joven toca el laúd de un antepasado siendo capaz con su melodía de curar al mismísimo rey de su melancolía; pero quizás el cuento que más me gusta es la “Leyenda del príncipe Ahmed al Kamel, o El peregrino de amor”, donde un joven se encuentra encerrado para que no pudiera nunca saber lo que es el amor, pero lo descubre irremediablemente con la ayuda de los pájaros que sobrevuelan su torre y que les guiará hasta una joven dama también prisionera.

He visitado varias veces La Alhambra y algunas más la ciudad de Granada y podría decir que de todas las ciudades que he visitado, y me faltan pocas por ver de todas las que realmente tengo ganas de conocer en España, es ésta quizás la que más me ha cautivado por muchos motivos: la belleza casi insuperable de La Alhambra y su Generalife, las callejuelas y vistas desde el Albaicín, el misterio de la Capilla Real donde están enterrados los Reyes Católicos y Juana la Loca, su horizonte coronado por las cumbres nevadas, el paseo por la Carrera del Darro hasta llegar hasta el Paseo de los tristes...

Torres de La Alhambra y Generalife


y es que muchas veces creo que no somos conscientes de la gran suerte que tenemos de vivir a dos horas de distancia de tan magníficos lugares .

Sería muy recomendable haber leído este libro antes de visitar La Alhambra, además por supuesto de conocer toda su historia, para poder apreciar y extraer todo el provecho posible a una de las visitas obligadas para cualquier persona que le guste no sólo el arte o la historia sino el que le guste ver y sentir algo realmente bello y único y es que como dijo Antonio Machado: “Todas las ciudades tienen su encanto, Granada el suyo y el de todas las demás”.

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