lunes, 7 de noviembre de 2011

El fantasma de la ópera

Hace poco más de un mes que se celebró en el Royal Albert Hall de Londres el 25 aniversario del estreno mundial de “EL FANTASMA DE LA ÓPERA” un musical basado en el relato de Gastón Leroux. Se han hecho diversas versiones en el cine desde la muda en 1925 interpretada por Lon Chaney hasta la última, en 2004. Pero por si algo destaca esta historia es por la obra de teatro que Andrew Lloyd Webber convirtió en un musical en 1986 y que ha recorrido los teatros de las  principales ciudades del mundo.


Hace pocos días pude ver en televisión la última versión cinematográfica de la obra. Estrenada en 2004, dirigida por Joel Schumacher e interpretada por Gerard Butler y Emmy Rossum. Durante toda la película se aprecia la magnífica ambientación de la ópera de París de últimos de siglo XIX con el vestuario, los maquillajes, la ambientación con unos decorados entre góticos y fastuosos y por supuesto la historia de amor imposible de Erik, un personaje que viven en las catacumbas de la ópera de París que se enamora de Christine una cantante de ópera del mismo teatro, donde se rumorea que en él vive un fantasma. Ella está dividida entre el amor al joven y guapo Vizconde Raoul, un amigo de la infancia, y la fascinación que siente hacia ese personaje tenebroso, maestro de canto, que esconde su cara tras una máscara. Lo que no sabe es que Erik hará todo lo posible por conseguir el amor de su amada. Una obra que supone un demoledor alegato de cómo la maldad de las personas y el rechazo de la sociedad a alguien que es distinto puede hacer de una persona un ser desequilibrado, vengativo y malvado.
El musical no es uno de mis géneros preferidos en el cine, es por lo que quizás las continuas canciones rompan un poco el ritmo de la trama. Lo que si aconsejaría obligatoriamente es la versión original de esta película ya que la versión en español tiene un doblaje bochornoso, pésimo que hace que en muchas ocasiones no te creas el drama de la historia, dándote a veces la sensación que estás viendo una película antigua de Disney. Los dobladores utilizados en España son los actores que interpretaron su versión teatral en español, por lo que al no ser profesionales en el doblaje sea tan evidente el desafortunado trabajo realizado, cambiando además al adaptarla al español algunas letras de las canciones desvirtuando así el libreto original.

Desilusionado en gran medida por culpa del doblaje, al siguiente día puse el DVD de la primera versión que existe del texto, la película muda de 1925 dirigida por Rupert Julian e interpretada por Lon Chaney. Nada que ver con la versión del siglo XXI. Si ésta última es un drama romántico musicado, la muda es una película gótica de terror donde transmite miedo y angustia, siendo ya un gran clásico de la historia del cine. Destacar la fotografía en blanco y negro donde se refleja entre sombras la tenebrosa ciudad subterránea escondida bajo París y la inquietante música gótica de órgano que toca el personaje principal, pero sobre todo si ésta es un clásico indiscutible es por la magnífica interpretación de Lon Chaney.

Lon Chaney

Este actor se hizo altamente popular con la interpretación del fantasma de la ópera y la del jorobado en “Nuestra señora de París” que lo llevó al estrellato en las primeras décadas del s. XX donde gracias a sus grandes cualidades expresivas y su facilidad ante el maquillaje le llegaron a apodar “El hombre de las mil caras”. En su papel de fantasma se transformó completamente con métodos muy rudimentarios para nuestra época deformando su cara con alambres en las narices y usando atropina para dilatar las pupilas de sus ojos y que gracias los claroscuros de la iluminación y el maquillaje hicieron que se convirtiera casi una calavera viviente. Ésto junto a sus amenazadores gestos hacen que sólo por su trabajo merezca la pena visionar esta película.

Escena de "El fantasma de la ópera" con Lon Chaney

Además es  una buena excusa para volver a ver alguna película muda que no sea de Charles Chaplin ya que el 90 % de las que hemos podido ver pertenecen a este gran cómico. Otra película muda de terror obligada para los amantes del cine y origen de las películas de Drácula es “Nosferatu” de 1922, que se pueden añadir a “Psicosis”, “La noche de los muertos vivientes” (1968), “La semilla del diablo”, “El exorcista”, “La matanza de Texas” (1974), “Carrie” (1976), “Alien, el octavo pasajero” o “El resplandor” como entre las mejores de uno de mis géneros favoritos, el de terror.

Toda esta curiosidad por “El fantasma de la ópera” me viene porque en mi viaje a Nueva York tuve la ocasión de poder asistir a su representación teatral. Y es que una de las visitas obligadas en la gran manzana es asistir a un musical en Broadway. Teníamos que elegir entre las decenas de musicales que cada día se exhiben como “El rey león", “Mary Poppins”, “Wicked”, “Mamma Mía”, “Billy Elliot” o “Chicago”. Si no se domina muy bien el inglés es aconsejable ir a una obra que mas o menos se conozca el argumento para no perder el hilo de la trama, por lo que al final elegimos la obra que más veces se ha representado en la historia de Broadway con más de 8000 funciones en el casi centenario Majestic Theatre, justo al lado de Times Square. 
Es fascinante entrar a un teatro de Broadway, ocupar tu localidad y ver de cerca cuando se corre el telón el gran escenario dominado por la gran lámpara de araña toda iluminada elevándose para dar el comienzo de ese gran espectáculo. Fue muy emocionante cuando en la primera parte de la actuación empezó a sonar los contundentes acordes de piano y violín del tema principal, homónimo del título de la obra, cantada por los dos protagonistas en directo a pocos metros, que tantas veces había oído, y que en su día cantó e interpretó la cotizadísima Sarah Brightman primero en el West End londinense y luego en Broadway y que aquí, en el siguiente video comparte actuación con nuestro Antonio Banderas.
Que lo disfruten.

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